Ok, vamos a ser sinceros. Puede ser que usted haya leído el título y pensado
"¿Correr? ¿Yo?" "¿Es en serio?", en entonces "¡Ah,
corrida no es para mí!" Por otro lado, puede ser también que usted ya corra
por ahí o que esté pensando seriamente en el asunto. Como quiera que sea,
queremos hacerle una propuesta.
Usted
ya sabe que aquí en Cisa nuestro foco principal es la salud. Al final, este es
nuestro mercado de actuación. Pero, ¿por qué no pensar en esto fuera de la
oficina y de nuestra fabrica? Justamente por eso es que le invitamos a parar
algunos minutos lo que esté haciendo y entender un poco más sobre lo que correr
puede hacer por usted (además de eliminar calorías). ¿Quién sabe usted se anima
a moverse un poco?
Para el inicio de la conversación,
vamos a los datos.
No
sacamos nada con hablar sobre los beneficios de correr si no nos basamos en
datos realmente importantes, ¿cierto? Existen muchos estudios sobre el asunto.
Uno de ellos viene de una revista médica denominada Progress in
Cardiovascular Diseases (en español sería Progreso en
Enfermedades Cardiovasculares). De acuerdo con el estudio, corredores viven
tres veces más que no corredores.
El Journal of the American Medical Association encontró datos parecidos. En un estudio con más de 200 mil personas,
durante seis años, se descubrió que cuando el atleta se propone a correr de
forma moderada aumenta la expectativa de vida en cinco años (mujeres) y seis
años (hombres)
Incluso, la corrida mejora las funciones cardíacas y
respiratorias, aumenta la absorción de oxígeno y reduce la presión arterial.
Esto, según los investigadores del Journal
of the American Medical Association, disminuye en 44% la posibilidad de
muerte.
Las personas fueron hechas para
correr
Especialistas
creen que nuestro cuerpo fue evolucionando a lo largo del tiempo para ser
corredores de resistencia extremamente eficaces. Ellos dicen que las formas de
nuestras caderas y pies, el largo de nuestras piernas y nuestra capacidad de
sudar, hacen posible que corramos muchos kilómetros.
Pero,
claro, no todos nacemos para ser Usain Bolt. La
cuestión aquí es que el correr es un ejercicio hecho para todos nosotros (y muy
democrático, porque si es practicado en la calle el deporte es gratis). Claro
que existen algunos casos especiales y es siempre
muy importante consultar un médico antes de calzar un par de zapatillas y salir
corriendo por ahí.
Acostumbrarse
a correr, especialmente si usted nunca practicó deporte, o si lo hizo hace
mucho tiempo, puede ser doloroso. Mientras tanto, a medida que el cuerpo y la mente
comienzan a acostumbrarse, el correr puede ser meditativo y proporcionar una
sensación de libertad.
Mente nada en un cuerpo sano
Correr
ayuda también a las arterias a retener la elasticidad y fortalecer el corazón.
Por consecuencia, las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco se pueden
reducir significativamente. Muchos médicos recomiendan correr para quien está
en los estados iniciales de diabetes, presión alta y osteoporosis.
Claro
que no son sólo los beneficios físicos (correr ayuda a perder unos kilos) y de
salud del cuerpo que importan. Un estudio publicado en la revista de American College of Sports Medicine
afirma que correr por 30 minutos ya es suficiente para levantar el ánimo de
alguien. Sabemos que cuando una persona está con depresión, la última cosa que
esta probablemente quiere hacer es levantarse y correr. Pero, bastan algunos
minutos de correr para que el cerebro comience a producir hormonas que
naturalmente mejoran el humor.
Y si
usted quiere mantener su mente saludable, el ejercicio aeróbico es el más
indicado. Se descubrió
que correr, o incluso hasta la caminada rápida, para
niños, mejora la memoria operacional y el foco. Para los adultos, la memoria de
trabajo tuvo un impulso similar, así como la capacidad de cambio de tareas.
Por
supuesto, no podíamos olvidar el estrés, que puede causar una serie de
problemas de salud y de humor, además de interferir con el apetito y la calidad
del sueño. Al correr, usted fuerza a su cuerpo a eliminar el exceso de energía
y hormonas. E incluso ayuda a reducir las posibilidades de desarrollar esas
cefaleas tensionales.
De
hecho, como cualquier ejercicio aeróbico, correr puede mejorar la capacidad de
las personas para lidiar con el estrés, haciéndolas más resistentes. Los
investigadores creen que esto puede suceder porque correr aumenta los niveles
de neurotransmisores, como la serotonina y la norepinefrina, y hace que el
cerebro genere nuevas neuronas.
¿Por dónde empezar?
El
primer paso es ver a un médico para comprobar su estado de salud. Después de la
luz verde, invierta en los zapatos adecuados. Recuerde que los zapatos
equivocados pueden lastimar sus rodillas y columna vertebral.
También
es muy importante no fijarse metas demasiado altas. Comience gradualmente
corriendo y caminando de forma intercalada. Si crees que vas a empezar hoy a
correr 10 km mañana, puede que te sientas frustrado. Un consejo es hacer un
minuto de caminata rápida, seguido de un minuto de correr y repetir el proceso
de 10 a 15 veces.
Pero
lo más importante es: corra por
diversión y para apagar algunos de los problemas y tensiones del día a día.
Al hacer esto se dará cuenta de que los beneficios se sentirán a lo largo de su
viaje.
Entonces,
¿vamos a correr?
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